Jaja… Para empezar, lo programaría para que obedeciera a «mis órdenes», y a partir de aquí ver qué aplicación social se le podría dar. Y paralelamente, lo llevaríamos a conferencias de divulgación para acercar la tecnología a los más peques y a la gente mayor. Pondríamos como ejemplo los robots que se fabrican ya en Japón y que ayudan a la gente mayor a hacerse más autónoma. 😉
Comentarios