Pues lo que hago en mi trabajo es insertar unos pequeños sensores en las rocas. Estos sensores tienen un código único que nos ayuda a no equivocarnos de piedra. Cada poco tiempo vuelvo a la zona con un GPS y vuelvo a posicionar todas las rocas para saber donde se encuentran. A partir de esta información podemos conocer un poco mejor como se está moviendo la costa y mejorar la gestión del litoral.
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